Historia


La Hermandad de Esclavos del Descendimiento de la Cruz fue reorganizada en la Parroquia de Santa María del Prado, actual Catedral, el 19 de abril de 1688 haciendo entrega el cura, beneficiados y capellanes de dicha parroquia de la efigie que se veneraba en la Capilla del Dulce Nombre de Jesús, paso e insignia del Descendimiento a la Esclavitud. Se redactaron 14 constituciones en las cuales se establecía que sólo se podía pertenecer a la misma 33 esclavos en referencia a los 33 años de la vida de Jesús y 8 más para llevar el paso. Al ingresar a la hermandad cualquier hermano debía entregar una túnica de bocací negro y un hacha de cuatro libras al Esclavo Mayor que lo custodiaba en un arca de tres llaves, poseyendo una él y las otras dos los dos mayordomos. Los hermanos para portar el paso, cuando ingresaban, solo debían entregar una túnica, dándoles la Esclavitud las almohadillas y las horquillas para llevar el paso. La túnica, a la altura del corazón llevaba un escudo de seda negra en campo blanco como insignia de la Esclavitud.

Cuando moría algún hermano, debía acudir a su entierro el resto de los hermanos y cada uno de estos le debía decir una misa. A la muerte de cualquier hermano heredaba su plaza el hijo mayor de éste entregando un hacha de cuatro libras. El Viernes Santo, en la procesión del Dulce Nombre de Jesús, el Esclavo Mayor llevaba un estandarte negro y el capellán el cetro para regir el paso. Los gastos se pagaban a partes iguales entre todos los hermanos. El día de San Miguel de dicho año 1688 se comprometieron todos los esclavos fundadores a entregar 40 reales de vellón y cuatro libras de cera al Esclavo Mayor, confeccionando éste las túnicas.

El 21 de Julio de 1727, el Ldo. Juan Francisco Alonso Ximénez, Vicario Visitador General de Ciudad Real y Campo de Calatrava dispuso que la Esclavitud del Descendimiento de la Cruz desfilara en el quinto lugar en las precedencias , procesiones y otras funciones eclesiásticas, según recoge la sentencia de dicho Vicario eclesiástico transcrita por Isabel Pérez Valera en el Boletín de Información Municipal correspondiente a la Semana Santa de 1964.

Por su gran interés y dificultad de encontrarla, vamos a reproducir tal y como aparece en citado Boletín: “ En la ciudad de Ciudad Real, 21 días del mes de Julio de 1727, Su Merced, el Sr. Licenciado Don Juan Francisco Alonso Ximénez, Vicario Visitador General de ella, su Partido y Campo de Calatrava, en visita de los Autos y libros y Cofradías y Hermandades frendadas en las Iglesias Parroquiales y Conventos de ella, mandó que en las Precedencias, Procesiones y otras funciones Eclesiásticas, guarden la forma y orden siguiente: En primer lugar, inmediato a las Comunidades Eclesiásticas de los Regulares y a falta de estos de los Cabildos Eclesiásticos, vaya la Cofradía de Nuestra Señora del Rosario, sita en el Convento de Santo Domingo. En segundo lugar, la del Santísimo Cristo de San Pedro. En tercer lugar, la Nuestra Señora del Prado. En cuarto lugar, Santo Cristo de la Caridad. En quinto lugar, la del DESCENDIMIENTO, sita en la Iglesia Parroquial de Santa Maria. En sexto lugar, la de Animas, de la Parroquia de San Pedro. En séptimo lugar, la de Nuestra Señora de los Dolores de Santa Maria. En octavo lugar, la del Cristo de los Ojos Vendados, de la Parroquia de Santiago. En noveno lugar, la de las Animas, de esta dicha Parroquia. En décimo lugar, la de las Animas de Santa Maria. En undécimo lugar, la Coronación de San Pedro. En duodécimo lugar, el Santo Cristo de la Piedad de Santa Maria. En decimotercero lugar, la de la Cruz, de San Pedro. En decimocuarto lugar, la de la Piedad de Santo Domingo. En decimoquinto lugar, La Enclavación de Santa Maria. En decimosexto lugar, la del Ecce Homo, de Santiago. En decimoséptimo lugar, la de la Oración del Huerto. En decimoctavo lugar, la de Jesús de Santo Domingo. En decimonono lugar, la de San Lázaro.

 Y a los Priostes y demás cofrades observen y guarden dicho orden bajo pena de Excomunión Mayor y con apercibimiento, y así mismo los Cofrades o Hermanos formadas Ordenanzas las hagan y acudan ante los señores del Consejo de la Gobernación de este Obispado a solicitar aprobación dentro de dos meses...”


La hermandad, durante este siglo XVIII, se extinguió y se volvió a reorganizar el 7 de Abril de 1770, redactándose nuevas ordenanzas y constituciones con 16 puntos. Según estas nuevas ordenanzas podían ingresar en la misma todo el que quisiera entregando un hacha de 4 libras de cera al Hermano Mayor. En la procesión del Viernes Santo, el Hermano Mayor debía llevar el cetro delante de la insignia. Los hermanos, en la procesión debían llevar un rosario en la mano y los gastos de esta debían ser a cuenta de los Esclavos Mayores. Si algún hermano enfermaba y era pobre de solemnidad se pedía limosna para su manutención. Si fallecía, se le decían 12 misas. El Domingo de Quasimodo se pesaba la cera de la Hermandad corriendo a cuenta de todos los hermanos la que se gastase en la procesión y los entierros.

Se acordó que el Viernes Santo de 1771 saliera en la procesión del Santo Entierro la hermandad, y se nombró Esclavo Mayor para dicho año a Juan Isidro Granados Vera. En el censo del Conde de Aranda, elaborado el 7 de Diciembre de 1770, figuraba que la Hermandad del Descendimiento, establecida en la Parroquia de Nuestra Señora del Prado no hacía fiesta alguna, y solo tenia el gasto del Hermano Mayor de 100 reales, poco más o menos, que importaba la cera que se consumía en la procesión de Semana Santa y en los entierros de los hermanos, teniendo las ordenanzas aprobadas por el Ordinario. Al crearse el Obispado Priorato en 1875, la hermandad pasó al templo de La Merced, elevado a Parroquia de Santa María del Prado. Fue de nuevo reorganizada en 1889 y fue la primera que remodeló el paso del titular y la túnica de los hermanos. En 1902 adquirió nuevo conjunto escultórico del Descendimiento, ocupando el cargo de Hermano Mayor Nicasio Díaz Portillo.

El paso se compró al madrileño José Alsina Subirá, que en una visita que efectuó a Ciudad Real, vio un Cristo en actitud de descendido que se encontraba en la Parroquia, y a raíz de este tallo el conjunto escultórico, recibiendo culto en la Ermita de los Remedios. Las túnicas se reformaron en 1909 y se confeccionaron por Angel Ballester. La hermandad estaba compuesta en 1911 por 66 hermanos, estando formada entonces en su mayoría por albañiles que pagaban 2,50 pts anuales y recibían al morir 24,50 pts, importe este de su entierro. En este año se estrenó una carroza realizada por el Hermano Mayor cuyo precio fue de 1000 pts.

Dos magníficos faroles se estrenaron en 1923, y en 1925, a la muerte del Hermano Mayor Anastasio Cabañas se celebro Junta General el 5 de Abril bajo la presidencia del párroco Sr. Yepes. En esta junta se dieron a conocer los ingresos correspondientes a 1924 de 1.495,85 pts y los gastos efectuados en el mismo año que fueron de 1.854,80 pts. Ocupando el cargo de Hermano Mayor José Pérez Fernández en 1927, se reformó la carroza y en 1931 los faroles de los hermanos.


La hermandad procesionó por última vez en 1935 antes del inicio de la Guerra Civil Española, destruyéndose todo el patrimonio en Julio de 1936. Se reorganiza en 1939 a cargo de José Pérez Fernández que actuó de Hermano Mayor en 1944, cuando se celebró una junta en el Salón de Actos del Ayuntamiento con una representación del gremio de la construcción de la capital integrada por arquitectos, aparejadores, contratistas y maestros de obra, en la que se dio cuenta de la llegada del nuevo paso adquirido por la Comisión de Semana Santa. Se nombró nueva Junta y Presidente de Honor a Fausto Fuertes Moreno, Hermano Mayor a Arturo Roldan Palomo – Arquitecto Provincial -, 2ª Hermano Mayor a Francisco León Ruiz, Secretario a Angel Rodríguez Niveiro, Vocal 1º a Manuel Cabañas Portillo y Vocal 2º a José Pérez Fernández. La hermandad desfiló por primera vez con este paso en dicho año. 

La Junta Directiva se renovó en 1945, ocupando el cargo de Hermano Mayor desde este año Fernando Bendito Herranz, contando la hermandad con 100 hermanos y en la procesión del Viernes Santo iban algunos niños representando figuras de la Pasión. En 1946 se acometió a cuenta de la hermandad la reconstrucción de la Ermita de los Remedios, que se encontraba inhabitable, obras que terminaron en 1947, empleando en su restauración la cantidad de 50.000 pts. Un estandarte se adquirió en 1949 ocupando el cargo de Hermano Mayor Pedro Delgado. 

En la Semana Santa de 1955, la Junta Directiva se renovó, y pasó a ocupar el cargo de Hermano Mayor Federico Fernández González. En estos años presidía la procesión del Viernes Santo el Jefe del Sindicato de la Construcción Sr. Arias. 

Información recogida del libro "Semana Santa en Ciudad Real" de Emilio Martín Aguirre (Presidente de la Asociación de Cofradías)

No hay comentarios:

Publicar un comentario